Hermoso dia de montaña, a pesar de las dudas que nos generó la niebla en la zona costera, que aún persistia en Posada de Llanes, primer campamento base de aprovisionamiento.
A las 11, ya sin niebla, comenzamos la ruta, primero por una empinada pista hasta Ilcedo, caserio este en rehabilitación despues de algunos años abandonado. Alguien de los alrededores me contó alguna vez que allá por los años 90 ya sólo quedaban un par de ancianos vecinos que demandaban insistentemente al ayuntamiento la construcción de una pista para incorporarse a los beneficios de la modernidad, y abandonar el difícil sendero de subida a la aldea. Parece que la nueva pista fué inaugurada, algunos años mas tarde, justo a tiempo para que el coche funerario pudiera trasladar al último de ellos a la celebración de sus exequias. Las cosas de palacio van despacio.
Después de la aldea, un sendero agradable, dónde se manifiestan los sintoma del calentamiento global, nos condujo hasta los llanos de Hibeo, descanso breve y comenzamos el ataque al "800", aumenta el calentamiento global y primeras dudas: Comenta Lisardo "¿como se llama esi picu, el Hibeo o el No lu veo?", ya en la cima el personal se pone de acuerdo y propone cambiar la toponimia y llamarlo el "picu too lo veo", realmente la panorámica sobre Picos y la costa es magnífica.
Descenso vertiginoso y comida a las dos en el resaturante contratado, con amplios ventanales y salones para fumadores, la bodega impresionante con caldos de Muga, Pedro que aportó una varietal riojana, y Jose Palicio con su bota de gran caudal. Los baños deficientes, especialmente el de señoras, un poco alejado de las instalaciones.
En la sobremesa, agradable paseo hasta Benia en el que nos llamó la atención la creciente afición a la cria de ganado caballar que existe en la localidad.
Cerveza de rigor en el final de etapa, en esta ocasión no se hicieron los estiramientos reglamentarios en las proximidades del autobus, habrá que llamar la aténcion al presidente para que no caigamos en el relajo y molicie.
No quiero acabar esta crónica sin mencionar a los jóvenes montañeros Marcos y Juan, este último emulando las tradiciones montañero-micologicas familiares.
Naturalmente nos es muy grato agradecer la presencia de las excelentes y disciplinadas montañeras de Soto de Llanera del grupo de Raquel Garcia.
Fdo.Fico Enterria. Foto Jesus Carabanzo.