Parece que ya ha pasado el invierno, tocamos madera, o eso es lo que se intuye en las caras de los alegres montañeros, ¡por fin buen día¡. Hacemos recuento y vemos que faltan por baja médica, el bueno de Mino, ánimo muchacho y el no menos bueno de Jesús, ánimo también. El puesto de paparazzi pasa a manos de María José, eso que ganamos.
En un abrir y cerrar de ojos, Hugo nos pone en Bermiego, muy buen día y a las 10,45 horas peninsulares, partimos.
El guía Pedro, gran conocedor de la zona, nos comenta la táctica a seguir, “to pa arriba”, y le hacemos caso. Hora y cuarto de subida por cómoda pista y después de 400 metros de desnivel y un sinfín de hermosas vistas (ver fotos), el buen guía nos dice que ya está bien de subir, “paradihna” y rumbo a La Rebollada, desde donde divisamos el comedor, la capilla de Pedroveya. El ansia de llegar nos hace dividirnos, los rurales por el sube y baja campestre y los otros por la carretera.
Comida bajo el sol, foto de grupo y disfrute de Las Xianas, donde nos espera Ribelbus.
Por último enhorabuena al TAU.
La junta directiva.
En un abrir y cerrar de ojos, Hugo nos pone en Bermiego, muy buen día y a las 10,45 horas peninsulares, partimos.
El guía Pedro, gran conocedor de la zona, nos comenta la táctica a seguir, “to pa arriba”, y le hacemos caso. Hora y cuarto de subida por cómoda pista y después de 400 metros de desnivel y un sinfín de hermosas vistas (ver fotos), el buen guía nos dice que ya está bien de subir, “paradihna” y rumbo a La Rebollada, desde donde divisamos el comedor, la capilla de Pedroveya. El ansia de llegar nos hace dividirnos, los rurales por el sube y baja campestre y los otros por la carretera.
Comida bajo el sol, foto de grupo y disfrute de Las Xianas, donde nos espera Ribelbus.
Por último enhorabuena al TAU.
La junta directiva.
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