La alegría por la “no lluvia” dura uno, dos, tres kilómetros,…, a la altura de La Grandota primeras gotas que no rompen la armonía. Seguimos caminando con peores perspectivas climatológicas a cada paso y con pequeños tramos de camino embarrado que parecen lagos embarrados, (piscinazo de Avelino a lo Cristiano), y llegada a Molleo a las 13 horas. Nuestra llegada coincide con la apertura del bar lo que agradecemos ambas partes, conviene recordar que no hemos tomado el café nuestro de cada ruta.
Partimos rumbo a La Gargantada y en la estación de servicio de Bendición nos espera Ribelbus y a las 14,30 horas en La Fresneda.